Especie botánica perteneciente a la subfamilia Epidendroideae, tribu Cymbidieae, subtribu Oncidiinae, Gomesa radicans fue descrita por M.W.CHASE & N.H.WILLIAMS, Ann. Bot. (Oxford) 104: 398 (2009) y también conocida por los sinónimos Ornithophora quadricolor Barb. Rodr, asignado en 1864, Ornithophora radicans (Rchb. F) Garray & Pabst., en 1951, Sigmatostalix radicans Rchb. F. en 1882. La especie fue descrita por Robert Brown y nombrada en honor al Dr. Bernardino Antonio Gomes, médico y botánico portugués.
Es posible que existan más especies que las 12 conocidas actualmente, que esperan ser descubiertas o que requieren aclaraciones taxonómicas y sistemáticas. Gomesa radicans, inicialmente incluida en el género Ornithophora, como única especie de este, fue posteriormente incluida en el género Gomesa, tras revisiones especializadas.
Gomesa radicans habita los bosques tropicales húmedos montanos, a altitudes de 450 - 1300 m en las regiones costeras, en Brasil y Argentina. Algunas especies del género Gomesa pueden llegar a las regiones interiores, pero siempre preferirán los bosques con alta humedad, a lo largo de los ríos, donde pueden ocupar estaciones epífitas o litófilas, ricas en material orgánico, que queda almacenado entre los pseudobulbos (estos están bien desarrollados, en comparación con el tamaño de los ejemplares).
Es originaria de Brasil, habiendo sido recolectada por primera vez cerca de Porto Alegre, en el estado de Rio Grande do Sul, aunque también es conocida cerca de la zona costera, en los estados de Santa Catarina, Paraná, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Espirito Santo. Especie miniatura, amante del calor, puede alcanzar hasta 23 cm de altura, destacándose por sus pseudobulbos estrechos, delgados, oblongos-lingulados, comprimidos lateralmente, que pueden alcanzar longitudes de aproximadamente 5 cm, y en los que se insertan basalmente algunas vainas que portan hojas. En la zona apical de los bulbos hay otras dos hojas, cuneadas, lineares-linguladas, agudas, membranosas, de hasta 18 cm de longitud, similares a hilos de hierba.
Gomesa radicans florece en verano y otoño, formando tallos florales largos, delgados, arqueados, de hasta 18 cm de longitud, en los que se insertan flores raras, pequeñas, aromáticas, de 0,6 - 1 cm de longitud, medidas desde la punta del pétalo dorsal hasta el borde inferior del labelo. La flor es de color blanco a blanco verdoso, con labelo amarillo, a veces acentuado con naranja, mientras que la zona dorsal presenta coloraciones púrpuras oscuras.
Especie amante de la luz moderada, prefiere intensidades de radiación luminosa de 15000 - 23000 lux, pero no luz directa, sino filtrada, acompañada de una buena ventilación.
La temperatura media durante los días de verano será de 29 - 31 °C, con mínimas de 18 - 20 °C por la noche, y en invierno, la temperatura diurna será de 19 - 20 °C, con mínimas de 9 - 10 °C por la noche.
La especie prefiere una alta humedad, típica de las condiciones del medio nativo, siendo necesario que sus valores se mantengan en el rango de 75 - 80 %, aunque requiriendo descensos hasta 65 - 70% durante el verano.
Debido a la forma de crecimiento de la especie, es excepcionalmente adecuada para montarla en placas de corteza, aunque en este caso es necesario asegurar niveles más altos de humedad y administrar pulverizaciones diarias en las hojas durante los días de verano. Las plantas también pueden crecer bien en macetas de poca altura o en cestas de madera con buen drenaje, provistas de sustrato muy suelto, que permita un drenaje rápido del agua. Es muy importante que el sustrato alrededor de las raíces no esté empapado de agua, pero tampoco se seque completamente, siendo necesarias sustituciones frecuentes del sustrato para evitar su descomposición completa.
La división de las plantas es fácil, realizándose con los mejores resultados cuando se observa el inicio de la producción de nuevos brotes. El riego se administrará de moderado a intensivo durante todo el año, siendo necesarias intensificaciones durante el período de crecimiento.
Fertilización - se utilizarán fertilizantes al 25 - 50% de la dosis recomendada, siendo posible administrar tanto algunos equilibrados como otros ricos en nitrógeno, desde la primavera hasta mediados del verano, siguiendo con la sustitución por los ricos en fósforo hasta finales del otoño.
En el período de invierno se puede conceder un período de reposo, reduciendo ligeramente la cantidad de agua administrada, especialmente en las regiones donde el fotoperíodo invernal presenta reducciones significativas, pero sin permitir que las plantas o el sustrato se sequen completamente, ni que los pseudobulbos se arruguen excesivamente. Durante este período, la fertilización se reducirá o eliminará hasta el comienzo de la primavera.
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