El género Dracula pertenece a la tribu Epidendreae, subtribu Pleurothalidinae, siendo descrito por Carlyle August Luer en 1978, quien nombró este género según la palabra latina para dragón (draco), en referencia al aspecto extraño de las flores. Luer (23 de agosto de 1922 – 9 de noviembre de 2019) fue un botánico estadounidense especializado en la familia Orchidaceae, con un interés especial en Pleurothallidinae (género Pleurothallis) y las especies de géneros relacionados. Fue curador senior del Jardín Botánico de Missouri, publicando numerosos artículos y dos libros sobre la taxonomía de las orquídeas.
Entre los nombres populares atribuidos a los representantes del género, se encuentran también: orquídeas vampiro, orquídeas mono, orquídeas dragón.
Las especies del género Dracula se presentan como plantas de tamaños variables, desde unos pocos centímetros de altura hasta talla media, destacándose por sus flores con un aspecto impresionante por su forma y color. Anterior a la clasificación sistemática realizada por Luer, que incluyó a las especies del género Dracula en un grupo separado, estas pertenecían al género Masdevallia, con el que están emparentadas y se parecen en muchos aspectos. Actualmente se conocen más de 90 especies pertenecientes a este género, la mayoría con una distribución centroamericana, en los bosques húmedos de México, Perú, Colombia y Ecuador.
Las especies del género Dracula tienen tallos cortos, con rizomas rastreros, erectos, sobre los que se insertan hojas únicas, con textura frágil, en las que se distingue una nervadura central evidente. Las flores, también únicas, en tallos largos, pendulares hacia erectos pendulares, impresionan por su cromática especial y los fuertes contrastes que subrayan la extraña anatomía de la corola. Aunque las flores son únicas, los tallos florales tienden a producir flores sucesivamente, a veces incluso 5 – 6 para la misma inflorescencia.
El aspecto más destacado de la anatomía floral se representa por la presencia de apéndices largos, filiformes, en el extremo terminal de los 3 sépalos. En la zona basal, los pétalos cortos presentan granulaciones que sugieren un par de ojos, el aspecto de máscara se completa con la presencia de la columna, que se presenta como una nariz. Las especies de Dracula cuentan con muchos admiradores, existiendo actualmente un gran número de especies e híbridos en cultivo, siendo las más apreciadas Dracula vampira, Dracula chimaera, Dracula bella, Dracula gorgona y Dracula simia. La Lista Mundial de Monocotiledóneas incluye en este momento 124 taxones aceptados, entre ellos 2 híbridos naturales.
Desde el punto de vista de las condiciones de crecimiento, las especies del género Dracula preferirán temperaturas que pertenezcan más bien al rango fresco, que pueden subir hasta el intermedio, ya que a temperaturas altas las plantas tienden a secarse rápidamente. Como media térmica, las temperaturas diurnas se situarán en la zona de 18 – 25 grados Celsius. Los valores nocturnos pueden bajar hasta 12 – 14 grados Celsius. La presencia de temperaturas más altas puede compensarse con un riego más abundante y con la aplicación de pulverizaciones frecuentes. Las especies no toleran muy bien las amplias fluctuaciones térmicas, por lo que es importante que la temperatura a nivel de las hojas se mantenga lo más constante posible.
Los valores de la radiación luminosa se sitúan en la zona de luz moderada, con un 60% de sombra, protegidos de la acción directa de los rayos solares, ideal con una exposición este o sur. La ausencia de valores adecuados de radiación luminosa puede ralentizar el proceso de floración, momento en el que se recomienda exponer las plantas a una luminosidad más intensa. La aparición de manchas marrones o amarillas en las hojas puede indicar la presencia de quemaduras solares, que pueden, finalmente, llevar a la pérdida de las plantas si no se interviene colocándolas en lugares más sombreados. Como regla general, los valores de radiación luminosa para las especies del género Dracula son similares a los del género Phalaenopsis, es decir, 10000 – 18000 lux.
Nunca se permitirá el secado completo del sustrato en el caso de las especies del género Dracula, ya que las plantas pueden sucumbir en ausencia de agua en cuestión de horas. El exceso de riego no constituye un impedimento que afecte a las especies del género Dracula, siendo posible administrar agua cada mañana para permitir que las plantas la absorban y metabolizen durante el día, siendo la condición esencial la presencia de luz. El agua se administrará hasta que se observe su salida por los orificios inferiores de la maceta, o mediante inmersión, hasta que no se observen más burbujas de aire emergentes.
La humedad relativa se mantendrá alta, con valores entre el 70% y el 100%.
Los fertilizantes se administrarán diluidos, en valores del 25 al 50% respecto a la concentración indicada en el envase. Se realizarán inmersiones frecuentes de las macetas con medio de cultivo para eliminar posibles depósitos de sales, ya que las especies del género Dracula son extremadamente susceptibles a las acumulaciones minerales.
El cultivo se realizará en cestas o macetas con muchas perforaciones grandes, o macetas con barras, y como medio se puede usar con éxito el musgo sphagnum, ya sea solo o mezclado con perlita y fibras de coco. Una alternativa puede ser plantar sobre placas de corteza, madera dura o corcho, envueltas en malla, con un añadido de musgo sphagnum, pero este método requerirá riegos mucho más abundantes y frecuentes para compensar la evaporación mucho más rápida del agua. El cambio del medio de cultivo se puede realizar cada 2 años, a principios de primavera, para permitir que las plantas se estabilicen hasta el comienzo del verano.
Las especies de Dracula no requieren variaciones en las condiciones de cultivo ni períodos de reposo, el esquema de cultivo puede ser el mismo durante todo el año.
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