El género Cattleya contiene especies de orquídeas frecuentemente encontradas en el comercio hortícola, tanto como flores cortadas, tradicionalmente usadas en corsages, como plantas en macetas, que deleitan a los coleccionistas por la alta diversidad de formas, colores y aromas.
Cattleya es un género originario de América Central y del Sur. Las plantas son epífitas; lo que significa que en su hábitat natural crecen sobre árboles, aunque a veces también se pueden encontrar en rocas y pedregales. Las especies e híbridos de cattleya están generalmente disponibles comercialmente durante todo el año, pero el pico de producción se registra en los meses de primavera y otoño. Consideradas por los aficionados como reinas de las orquídeas, las especies e híbridos de Cattleya son preferidas por coleccionistas y cultivadores por sus colores espectaculares, flores de tamaño grande a muy grande, o, por el contrario, medianas, en cuyo caso forman racimos florales abundantes y por su intenso perfume, siendo probablemente uno de los géneros más intensamente cultivados a nivel mundial. Conocidas por su larga vida, los ejemplares de Cattleya pueden vivir hasta 20 – 30 años, alcanzando tamaños impresionantes si se cumplen las condiciones necesarias.
Este género toma su nombre del botánico británico William Cattley, quien en el año 1818 recibió un paquete de Brasil, para el cual se habían utilizado ejemplares de Cattleya para el embalaje. Impresionado por el aspecto de las plantas, Cattley cultivó algunos ejemplares en su invernadero, y estos florecieron en noviembre de ese mismo año, sorprendiendo a los coleccionistas por la belleza de las flores. Tres años después, el taxónomo John Lindley, encargado de continuar el trabajo de Sir Joseph Banks en el inventario, descripción y clasificación de la colección botánica de Cattley, dedicó el género a su patrón, describiendo la primera especie, Cattleya labiata, e inmortalizando su nombre como el primer europeo que cultivó una especie de Cattleya.
Las especies del género Cattleya se dividen desde el punto de vista de la anatomía de la hoja en dos categorías:
- Las especies unifoliadas, en cuyo caso cada pseudobulbo posee una sola hoja insertada apicalmente, teniendo comúnmente 1 – 6 flores por inflorescencia, de gran tamaño, muy coloridas y en general aromáticas, como Cattleya Eldorado, gaskelliana, labiate, lueddemanniana, mendelii, mossiae, percivaliana, schroederae, trianaei, warscewiczii. El grupo de especies unifoliadas incluye plantas con tallos de 8 – 30 cm, gruesos, de color verde oscuro, flexibles, con una longitud de aproximadamente 30 cm y un grosor de 7 cm. Las flores pueden tener un tamaño grande, de hasta 25 cm de diámetro. Las especies Cattleya labiate y trianaei son las más comunes en este grupo, teniendo muchos subtipos. Como en cualquier campo, existen excepciones, como Cattleya luteola, que aunque pertenece al grupo unifoliado, posee tallos y flores de tamaño pequeño.
- Las especies bifoliadas poseen 2 – 3 hojas dispuestas apicalmente en los pseudobulbos, diferenciándose por el tamaño reducido de las flores, que se agrupan en racimos. Representativas para este grupo son las especies Cattleya aclandiae, amethystoglossa, aurantiaca, bowringiana, harrisoniana, intermedia, leopoldii, schilleriana, skinneri, walkeriana. Los tallos de las plantas de este grupo son más pequeños, pero de altura considerable, con una altura media de aproximadamente 60 cm, aunque en casos excepcionales pueden alcanzar hasta 150 cm. Las hojas también son de tamaño pequeño, de aproximadamente 20 cm. Las inflorescencias aparecen de vainas verdes, que surgen entre las hojas, en posición apical, y pueden contar con hasta 15 flores de tamaño pequeño, aproximadamente 10 – 15 cm de diámetro, que tienen pétalos relativamente alargados. Las especies más comunes que pertenecen al grupo bifoliado son Cattleya skinneri y hardyana. Cattleya skinneri fue clasificada por Bateman y nombrada en honor al explorador y botánico George Ure Skinner.
La temperatura de crecimiento es un factor importante para las especies del género Cattleya, ya que afecta directamente el crecimiento de las plantas. Las temperaturas bajas ralentizan el desarrollo, mientras que las altas lo aceleran. El género prefiere temperaturas nocturnas de 21 – 22 ℃ y temperaturas diurnas de hasta 29℃.
La humedad típica es idealmente baja en el caso del género Cattleya, en comparación con otros géneros de orquídeas, debiendo situarse entre 35 – 60% durante el día y entre 60 – 80% durante la noche. En caso de un nivel alto de humedad, las hojas y raíces absorben agua del aire, permitiendo que las plantas crezcan y produzcan flores más resistentes, contribuyendo también a reducir la tasa de aborto de los capullos florales durante la temporada cálida y seca.
Las condiciones ideales de intensidad de la radiación lumínica son importantes por su contribución esencial a la intensidad de la fotosíntesis, que facilita la asimilación de nutrientes y agua, y por ende, el crecimiento de las plantas. Las especies del género prefieren un 30 – 50% de luz natural, con valores de 20000 – 45000 lux. Las especies requieren luz abundante, pero no directa. Las especies pueden cultivarse incluso en exterior durante la temporada cálida. El exceso de luz puede identificarse por el amarillamiento de las hojas, y la falta de una intensidad adecuada producirá hojas de color verde oscuro.
Desde el punto de vista de la frecuencia de riego, Cattleya necesita que se permita el secado de las raíces antes de realizar nuevos riegos. El intervalo ideal de riego es de aproximadamente una semana entre dos riegos sucesivos, aunque este está fuertemente influenciado por la humedad del aire, la intensidad lumínica y la temperatura. Idealmente, se observará el aspecto de los pseudobulbos: si están arrugados, se puede regar; si están hinchados y lisos, significa que las plantas tienen suficiente agua y el riego puede retrasarse.
Las fertilizaciones se realizarán con mayor frecuencia y en mayor cantidad que en el caso de las especies de los géneros Paphiopedilum y Phalaenopsis, ya que la tasa de crecimiento en el género Cattleya es más intensa. Se recomienda el uso de fertilizantes con fórmula 20-20-20 o 20-10-20 durante todo el año, aunque se puede administrar un fertilizante con fórmula 10-30-30 en la temporada de floración. La concentración del fertilizante será del 25-50% del valor indicado por el fabricante, y la frecuencia será semanal, observando si aparecen quemaduras en la punta de las hojas, lo que indica un exceso de fertilizante. En ese caso, se procederá a un enjuague abundante del sustrato y a administrar la siguiente fertilización después de 2 semanas. Las especies de Cattleya pueden florecer durante todo el año, siempre que se pueda asegurar la presencia continua de nuevos crecimientos. Para cada nuevo crecimiento, se puede estimar la aparición de nuevas flores en un plazo de 3 meses, siempre que las condiciones de crecimiento y desarrollo se mantengan constantes y eficientes, y si se administra un fertilizante con fórmula 6-30-30 o 10-55-10.
Los trasplantes se pueden realizar en verano, cuando se desarrollan los nuevos crecimientos tanto en los pseudobulbos como en las raíces. Las especies se cultivan con éxito ya sea en corteza de gran tamaño o en musgo sphagnum. El medio de cultivo generalmente contendrá 10% de coco, 10% de perlita y/o piedra pómez, bolas cerámicas o carbón, para asegurar la ventilación, el resto de la mezcla está compuesta por corteza de pino de gran tamaño y musgo sphagnum.
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