Clematis alpina (Clematis siberian, Clematis montan)
Clematis alpina es una planta trepadora perenne, nativa de las zonas montañosas de Europa, desde los Pirineos hasta el Cáucaso y Siberia. Es apreciada en jardinería por sus numerosas y hermosas flores que aparecen en primavera.
La planta puede crecer hasta 2-3 metros de altura, colgándose con la ayuda de sus lianas. Las hojas suelen ser bipartitas o tripartitas, con bordes enteros y una textura ligera.
Las flores del clemátide alpino son de forma simple, con cuatro sépalos largos que parecen pétalos, en tonos que van del azul claro al violeta oscuro. A veces, también pueden existir variaciones blancas. Cada flor tiene un diámetro de aproximadamente 5-7 cm. Las flores son seguidas por semillas que flotan llevadas por el viento y tienen una apariencia esponjosa.
Clematis alpina se desarrolla mejor en lugares con sol por la mañana y sombra por la tarde, en suelos bien drenados, neutros o ligeramente alcalinos. Es una planta resistente a bajas temperaturas, capaz de sobrevivir inviernos fríos. No requiere cuidados especiales, pero una poda ligera después de la floración puede ayudar a estimular el crecimiento para la próxima temporada.
En la cultura, se utiliza frecuentemente en paisajismo para cubrir escalones, pérgolas o cercas, o en combinación con otras plantas trepadoras.
Resistencia al frío: -25°C
Altura con maceta incluida: aprox. 65 cm
Diámetro de la maceta: 12-15 cm